sábado, 6 de noviembre de 2010

Me duele el brazo y me da rabia todo: la sensación de estar sola, las desgracias que cuentan en el telediario y que hacen que cada vez me apetezca menos encender la caja tonta. Me da rabia que parece que últimamente  sólo se ocupan de tonterías.
No comprendo porque ahora ¡ya no le puedo poner tilde a sólo! Pues me da igual, yo voy a seguir poniéndola ¡porque me gusta! Mi ortografía no será perfecta pero a mi me gusta como queda con tilde... pues no lo cambiaré  (y sí, sé que mi actitud parece algo reaccionaria pero tengo mis razones para pensar que llamar "ye" a la y griega es una tontería, y a quien no le parezca bien que lo diga).
Y que saquen una ley (o lo que sea) para que en caso de no llegar a un acuerdo los padres los apellidos del hijo se pongan en orden alfabético. Eso es una tontería. Lo único que me viene a la cabeza cuando leo ese tipo de noticias es: “¿y no tienen nada mejor que hacer? ¿Eso les parece que es lo más importante en este momento?" Y eso que dicen que el país está fatal… Me da la sensación que  últimamente lo único que leo (y veo) son ese tipo de noticias o desgracias que te dejan hecho polvo por unos segundos, cosa que no me gusta nada. Me parece muy hipócrita la forma en que tienen los medios de comunicación (y la sociedad en general) de “informar” sobre el dolor ajeno: x victimas del terrorismo, x mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas, x muertes en carretera (x menos que el año pasado) y así constantemente. Todos son cifras y datos macabros, ¡qué dan ganas de grítale al presentador o presentadora: joder qué estoy cenando (o lo que sea qué estés haciendo)! Te hacen sentir mal por unos segundos para después sentirte mejor por la suerte que tienes (o no…). Y ese sentimiento (que yo he sentido más de una vez) y que me produce repugnancia. Y repugnancia por sentirme impotente por no poder hacer nada (o no saber cómo o no tener suficientes fuerzas o ser demasiado vago) Para inmediatamente después pasar a hablar de la vendimia en Francia (por poner un ejemplo…) O de la visita del Papa...
Mientras las cosas sigan así (y no sólo esas, hay muchísimas más) en tardes como hoy sólo tendré ganas de llorar. Además tengo una razón de peso hoy casi me rompo un brazo.
PD. Debería tener alguien a quien poder contarle estas cosas para desahogarme, ¿verdad?

3 comentarios:

Luismi Beire dijo...

La mierda de sociedad en que la que nos encontramos es así, sin nada mejor que hacer que hacernos pasar un mal rato.
Llevo desde septiembre sin ver la televisión y te aseguro que no la echo de menos.
Me gusta mucho esta entrada, tienes la misma sensación de impotencia que yo pero, ¿sabes qué? Dentro de poco nos va a tocar a los jóvenes heredar esto que ellos han destrozado y tenemos que intentar arreglarlo.

Luismi dijo...

No sé si te ha llegado el comentario que te he dejado, así que vuelvo a dejártelo un poquito resumido:

Tienes la misma sensación de impotencia que tengo yo pero, ¿sabes qué? Dentro de poco nos toca heredar a los jóvenes este mundo que ellos están destrozando y vamos a tener que arreglarlo. Así que vete preparando, que tenemos mucho trabajo.

Fael·lo dijo...

Hola Clara!
La verdad es que es complicado que no nos afecte lo que nos rodea, pero hay que intentarlo por lo menos.
Hoy en día la televisión se ha convertido en el centro de nuestra vida, y es que la tele es la que nos educa, la que nos entretiene, la que nos informa, la que nos alimenta... todo pasa por ella. Y los poderosos lo saben y la utilizan a su antojo para conseguir de nosotros todo lo que quieren.
La televisión hay que saber utilizarla, porque cuando somos nosotros los utilizados por ella pasamos a ser "borreguitos".
Yo también pienso lo mismo que tú, pero lo importante es que no desanimemos por lo que vemos, y sigamos con nuestro camino y nuestra lucha diaria. Cada uno de nosotros puede hacer mucho, ya solo con el acto de apagar la televisión y dedicarse a uno mismo habremos dado un gran paso.
Enhorabuena porque siendo así como eres serás independiente en tus ideas y en tus actos. Y sobretodo serás alguien especial, y no una copia más del modelo que nos vende la sociedad.

El mundo real es el que puedes ver tras el cristal de la ventana, no el que te muestra la televisión.
La tele te crea enemigos que ni siquiera conoces, ansiedad por lo que no tienes, no te deja pensar por ti mismo, anula tu imaginación, te crea prejuicios...

Me gustó tu entrada

Un abrazo y felicidades porque lo estás haciendo bien!