domingo, 27 de febrero de 2011

Domingos...

Levantarse prontito y aprovechar la mañana para estudiar. Desayunar un zumo de naranja recién exprimido. Subir a la terraza a mediodía acompañada de un libro y un gatito.  Mirar como el felino disfruta y dejar que el sol te acaricie. Deleitarse con una lectura recién descubierta. Pasar la tarde viendo clásicos del cine español o tirada en la cama escuchando música sin más preocupaciones, descubriendo nuevos significados ocultos entre esas líneas. Aprender que los libros de la universidad pueden llegar a ser interesantes. Leer las secciones no escabrosas del periódico del domingo y blogs y tuits de alguien interesante. Saber que leer cura más que cualquier pastilla.



Escuchando

2 comentarios:

Mauricio Milano dijo...

Placer total :)

elHermitaño dijo...

Las mañanas del domingo son tiempo de goce: todos duermen, mientras tu paseas por la calle solitaria. No hay motos ruidosas, ni grupitos molestos, sólo personas admirando el buen tiempo, alegres, parece que felices.

Hay una especie de paz los domingos, una serenidad espiritual que no se siente el resto de los días... hay algo especial, siempre lo he sentido así.

Saludos.